martes, 16 de mayo de 2017

Les Luthiers: Quijotes del humor y la música.


El conjunto argentino Les Luthiers ha sido galardonado, hace pocos días, con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2017. Este es el titular de la prensa, pero detrás de cualquier galardón hay algo más.

El grupo argentino Les Luthiers de sobra conocido, nació en septiembre de 1965 y en el ámbito universitario, con la interpretación de la Cantata Laxatón, compuesta por el arquitecto Gerardo Masana. Se trataba de la parodia de una cantata barroca utilizando como texto el prospecto de una medicina utilizada para resolver el estreñimiento crónico.

A partir del éxito fabuloso conseguido, el grupo (que ya utilizaba instrumentos extraños, construidos por ellos mismos), se dio el nombre de I Musicisti (empezaron a utilizar el nombre de Les Luthiers en 1967) y  comenzó a ser contratado por salas y teatros. Y a iniciar una imponente carrera internacional que ya dura más de cincuenta años.

Viendo cualquiera de sus espectáculos o escuchando cualquiera puede considerarles como auténticos quijotes del humor y la música. Les Luthiers han recorrido a lo largo de su historia  un amplio camino dispuestos a deshacer entuertos, a socorrer viudas musicales y melómanos menesterosos, a luchar contra los elementos (ellos añadirían “y las elementas”, lo cual es hoy, además “políticamente correcto”). Y si Don Quijote recurrió en sus aventuras a las armas propias de un caballero andante, Les Luthiers usan unas armas tremendamente efectivas: el humor y la música. Aunque no lo parezca, el humor puede llegar a ser letal, piensen ustedes en eso de “morirse de risa”. Y la música, ¡qué decir de la música! Un “gallo” soltado en una canción es como una puñalada a nuestro oído (y como el oído es el responsable de nuestro equilibrio, pues ¡imagínense!). En fin … música y humor, bien empleados, pueden defendernos de muchas de las agresiones que sufrimos en este siglo XXI que va a continuar incordiándonos, como hizo su hermano precedente.

Estos Caballeros melomaníacos tienen muchos parecidos con el héroe cervantino. Si Don Quijote lucho en muchas aventuras, cada una de las 173 obras que figuran en el catálogo de Les Luthiers, han sido batallas ganadas al ingenio; cada uno de los numerosos instrumentos, absolutamente originales, que han imaginado y construido, es una prueba de locura (hay que estar tocado, o medio, para crear el “tubófono silicónico cromático”, la “lira de asiento o lidoro”, el “Latín o viola de lata”, o el “glisófono pneumático”, por recordar solo algunos).

Por último, y sin agotar las comparaciones, digamos que si Don Quijote tiene como iluminadora de toda su actividad vital a Dulcinea del Todoso, Les Luthiers fían toda su actividad creadora a la influencia del gran Johann Sebastian Mastropiero, nombre que debe figurar en todas las enciclopedias de la música con letras de oro.

Les Luthiers  vinieron a España por primera vez en mayo-junio de 1974 y se presentaron en el Teatro Marquina, de Madrid. Allí tuve ocasión de entrevistarles y pasar con ellos dos ratos inolvidables: el del espectáculo y el de la entrevista en el camerino.

Sirva la entrevista susodicha como homenaje a estos Quijotes de la música y el humor, que a pesar de sus cinco décadas, siguen manteniéndose jóvenes como en aquellos días.

José Prieto Marugán.




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