lunes, 10 de septiembre de 2018

Tomás Barrera. El celoso extremeño.


El celoso extremeño, zarzuela en un acto y tres cuadros, escrita por Gonzalo Cantó y Pablo Parellada,  “inspirada en una novela de Cervantes”, y con música de Tomás Barrera, se estrenó, “con gran aplauso”, en el Teatro Apolo de Madrid, el 17 de marzo de 1908.  Fue dedicada “A nuestros buenos amigos don Blas Hernández y don Buenaventura Guillén Engo, distinguido ingeniero y notable abogado, respectivamente. Los Autores”.

La obra fue bien recibida, el público gustó de la representación y la crítica califició de muy buena la adaptación.
El cronista “Chispero[1]”. escribe que el maestro Barrera “hizo una linda y bien ambientada partitura, de la que sobresalió –y se bisaron– una jota, una zarabanda y una magnífica chacona.

Los personajes e intérpretes de esta obra fueron los siguientes: Leonora, 16 años[2], esposa de Carrizales (Pilar Pérez),  Marialonso, 60 años, criada de Leonora (Sra. Vidal); Ceonore, Violante y Guiomar, criadas de Leonora (Srtas. Moreu, Espinosa y Sánchez Imaz, respectivamente); Zayda, bailarina, que no habla (Sra. Carrión);  Don Felipe de Carrizales, 70 años, esposo de Leonora (Sr. Ruiz de Arana); Don Juan de Loaysa, estudiante, (Sr. Gandía); Rinconete, 20 años, un pícaro (Sr. Moncayo); Cortadillo, 18 años, un pícaro, (Sr. Manzano); Ventero (Sr. García Valero); Alcalde (Sr. Gordillo); y Alguacil (Sr. Medina); además, aldeanos, aldeanas, esclavas, alguaciles y cuadrilleros.

Ellos fueron intérpretes de los siete números musicales de que consta: Cuadro I. Introducción y coro. Salve (Coro) (“Salve, salve”). Dúo de Rinconete y Cortadillo. Jota (“Diego del Cortado, Pedro del Rincón”). Coro y escena de la farsa. Coro, Loaysa, Cortadillo, Rinconete (“Corriendo venid”). Cuadro II. Romanza de Loaysa (“Madre la mi madre”). Cuadro III. Escena. Esclavas, Guiomar, Leonora, Rinconete, Cortadillo (“Muy bien. Bien va”). Danza oriental.Dúo de Loaysa y Leonora (“¿Tembláis? Ved que no hay por qué”)

Su acción, ambientada en el siglo XVI, desarrolla el siguiente resumen argumental.

Cuadro I. Plaza de un pueblo de Andalucía. Es de noche; algunas gentes entran en la iglesia en la que se escucha el órgano del coro [Salve]. Loaysa, el ventero, Rinconete y  Cortadillo entran  en la plaza charlando animadamente y comentan la boda de una bella mujer (Leonora), con un vejestorio (Carrizales), llegado de las Indias, cargado de oro, y  extraordinariamente  celoso. El Ventero y Loaysa dejan el grupo  en busca de la bolsa que cree haber olvidado; no se ha dado cuenta de que Cortadillo se la ha quitado. Al quedar solos, Rinconete y Cortadillo se presentan y presumen de sus habilidades [Dúo de Rinconete y Cortadillo]. Ha terminado la misa y regresan el Ventero y Loaysa que tiene un especial interés por ver a Leonora. Rinconete y Cortadillo proponen una treta para conseguirlo. Salen de la iglesia Carrizales, Leonora y sus damas de compañía. El marido, celoso, recrimina a su esposa una supuesta mirada del sacristán, cuando Rinconete y Cortadillo se enzarzan en una pelea con la que consiguen separar a Leonora del grupo y quitarla el manto que la cubre. El alcalde y sus alguaciles tratan de aclarar el origen de la pelea y Loaysa aprovecha para devolver el manto a Leonora con un gentil requiebro.  Carrizales, por su parte, pide al alcalde que le proteja de las gentes que se ríen de él a su paso y envía a Marialonso a comprar muñecas para su esposa a la que considera una niña. Al retirarse, Leonora descubre una carreta de comediantes, pero su esposo no la permite ver la representación que inician Loaysa, Cortadillo y Rinconete [Escena de la farsa]. Los comediantes representan una escena mitológica. A su fin, llega Marialonso con la pretensión de ver la función para contársela a su ama.  Loaysa  propone repetirla en casa de Carrizales, y soborna a la criada que deberá allanar las dificultades.

Cuadro II. Vestíbulo de la casa–palacio de Carrizales. Es de noche. En la calle se oyen guitarras y bandurrias y las mujeres de la casa escuchan interesadas aunque inquietas; de Carrizales y de los hombres no hay que preocuparse porque el bebedizo que les han suministrado ha hecho su efecto. Las mujeres verán a los cómicos desde un pequeño agujero, pues Carrizales, en su celosa obsesión, ha colocado las ventanas de la estancia a una altura imposible de alcanzar. Maríalonso abre la puerta de la casa para que los comediantes accedan al zaguán. Libre la entrada, Loaysa canta [Romanza de Loaysa] intencionadamente[3]. Tras el canto, las criadas salen al vestíbulo y elogian a los comediantes. Loaysa propone bailar la zarabanda para lo cual habría que pasar a la casa, pues el suelo de tierra del zaguán no permite las evoluciones del baile. Leonor se opone, pero ante la hábil insistencia de los músicos, termina accediendo.

Cuadro III. Suntuoso salón del palacio[4]. Los personajes bailan la zarabanda y admiran una danza oriental[5]. La fiesta se interrumpe cuando entra Guiomar anunciando que Carrizales se ha despertado. Todos huyen, menos Leonora, Loaysa, que está dispuesto a pelear con Carrizales, y Marialonso, que busca una salida airosa para el problema. El aviso de Guiomar es falso y da pie a que Loaysa trate de aplacar el nerviosismo de Leonora; la conversación terminará en una declaración amorosa [Dúo de Loaysa y Leonora]. Algo más tarde, la envidiosa Guiomar consigue despertar al amo que entra en la escena inquieto. Le acompañan el alcalde y los alguaciles que traen presos a Rinconete y Cortadillo. Carrizales pregunta y Leonor trata de impedir que el alcalde abra el arcón donde Loaysa se ha escondido a toda prisa. Leonora se opone y cuando su marido sugiere que tiren el arca por la ventana, la mujer no puede evitar un grito: se ha delatado. El arca es abierta, pero está vacía. En ese momento, unos cuadrilleros entran con Loaysa,  al que han apresado en el río. Todo parece claro y el alcalde propone llevarse a Loaysa, pero Carrizales lo impide con una reflexión pública: la culpa de todo la tienen sus celos. Y apunta la solución al problema: Leonora ingresará en un convento y cuando él muera, que se case con Loaysa y ambos disfruten de toda su hacienda.

Comentario. El celoso extremeño tuvo una buena acogida, no sólo porque en el libreto se imprimiera que se estrenó “con gran aplauso”, sino que se incluye en él el reparto de su presentación en Valencia, a cargo de intérpretes diferentes a los del estreno madrileño. Desgraciadamente no figura la fecha de la representación valenciana

Digamos por último, que en el libreto figuran un par de indicaciones sobre la vestimenta de Rinconete y Cortadillo. Son éstas: “Rinconete, de sombrero sin pluma ni cinta, y media espada. Cortadillo, montera de cazador, verde, y cuchillo grande”. No existe ninguna otra sugerencia relativa al resto de los personajes. J.P.M.



[1] “Chispero” (Víctor Ruiz Albéniz). Teatro Apolo. Historial, anecdotario y estampas madrileñas de su tiempo (1873–1929). Prensa Castellana, Madrid, 1953. pág. 388.   
[2] No es frecuente que figure la edad de los personajes, de manera tan concreta, en el reparto.
[3] En el libreto se indica que la segunda estrofa de este fragmento “puede suprimirse”.
[4] El libreto incluye un esquema detallado de cómo han de colocarse las más de 30 personas, incluidas las bailarinas, que intervienen.
[5] El libro indica que si no se dispone de bailarina que se encargue del personaje de Zayda, puede suprimirse la “danza oriental”.

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