Según información
proporcionada por Jacinto Torres, en su documentado análisis de la obra teatral
del compositor catalán[1], Albéniz se interesó poco antes de morir “por un libreto basado
en temas cervantinos cuyos resultados operísticos, por desgracia, nunca
llegaron a materializarse”.
Al parecer, Albéniz
habría prometido a Paul Dukas escribir una ópera sobre los personajes
cervantinos Rinconete y Cortadillo. De esta posible obra se hacen eco algunas
biografías del compositor, pero Torres afirma no haber encontrado documento
alguno que lo confirme, aunque al propio investigador le parece creíble esta
proposición. Puede, continúa escribiendo Jacinto Torres, que Albéniz comentara
esta idea con otras personas, entre las que figurarían Eusebio Sierra, que pudo
llegar a pergeñar los borradores de alguno de los cantables, y Henri Cain quien
parece que a mediados de 1906 y junto a Edouard Adenis prepararon una “petite
piéce à la Beaumarchais”,
de carácter “très bouffe, très amoureux, très picaresque, très gitane”, una
especie de “Fillie Espagnole”. Para esta obra, “un revoltillo cervantino en el
que, entre otros, aparecen citados Monipodio, Don Diego, Bartholdo, Constanza y
Rinconete”, que Albéniz tampoco llegó a realizar.
Se barajaron diversos
títulos: La illustre servante, La
servante dàuberge, Constança, Sevilladad, Les miracles de Monipodio, y Les pícaros.
J.P.M.
[1] Jacinto Torres. “La
producción operística de Isaac Albéniz”, en Revista
de Musicología, XIV, 1/2, 1991, pág. 167–212.
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